Desde muy joven, mi pasión por el arte y la música me llevó a experimentar dolores de espalda y cuello, lo que me llevó a visitar un quiropráctico por primera vez a los 16 años. La experiencia fue transformadora: no solo encontré alivio, sino que también descubrí mi vocación. La dedicación y pasión de mi mentor, el Dr. Segarra, despertaron en mí el deseo de incursionar en esta profesión, donde la ciencia, la salud y el arte convergen para mejorar vidas.

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Me gradué de Northeast College of Health and Sciences (anteriormente NYCC) como Doctor en Quiropráctica. Antes de ello, completé un Bachillerato en Biología con minors en Arte y Música en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Mayagüez. Dónde forme parte de la Orquesta de Cuerdas del Colegio tocando el Cello. Esta combinación de disciplinas me permitió ver la quiropráctica como un arte que requiere precisión técnica, fundamentada en la ciencia y respaldada por años de investigación y práctica.

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Como quiropráctico, me enorgullece formar parte de una profesión que transforma vidas sin recurrir a narcóticos ni procedimientos invasivos. A lo largo de mi trayectoria, he visto cómo el cuidado quiropráctico ha ayudado a muchas personas a evitar o retrasar cirugías, a recuperar su movilidad y a vivir sin dolor. Mi compromiso es brindar un enfoque integral y personalizado, ayudando a mis pacientes a alcanzar niveles óptimos de salud y bienestar.

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"Haz de tu salud una obra maestra" es más que un lema: es una invitación a cada persona a ser protagonista de su bienestar, alcanzando sus metas con el apoyo de un equipo comprometido con su salud.